lunes, 19 de mayo de 2008

APUESTA A TI

Hagamos un ejercicio. Cierra tus ojos.

Ahora te pregunto ¿Te has sentido alguna vez como si estuvieras encerrado en un cuarto de 6x6 metros cuadrados, sin energía eléctrica, lámpara de gas o al menos, una velita? De noche todo es oscuridad y te aturdes. De día, por una hendija, se asoma un rayo de luz, fortalecido por la intensidad del día y atenuado por el ocaso.

¿Cómo te sientes? Permíteme contestar. Perdido, sin esperanza y temeroso.

No sé tú, pero yo lo he sentido varias veces en mi vida.

Y son esos momentos de desesperanza, de sentirme con ganas de llorar a cántaros porque no puedo controlar lo que me pasa, donde he tenido que levantarme –sí, porque estoy en el suelo – y he conocido al valiente y enérgico ser que habita en mi y que generalmente ignoro.




Cuando he tenido que enfrentarme a mis propios temores y comienzo a hacerme una serie de preguntas que no hacen más que aumentar mi ansiedad porque, al final, no tengo las respuestas. Al menos, en el momento que las quiero.

Es precisamente allí, en esos momentos de debilidad, donde debes apostar a ti.


  • Porque no hay nadie que pueda convencerte de que ese rayito de luz es lo único que necesitas para que en ese cuarto no exista más la oscuridad.

  • Porque solo tú puedes desarrollar las habilidades para ver oportunidades en la tempestad y saber que solo alguien como tú puede salir triunfante de lo improbable.

    En ese momento, cuando tus anhelos te dan la espalda... apuesta a ti!
    y verás cómo ellos retornan, acompañados de realidades.

AMISTAD

La amistad...